El artículo de opinión titulado “Refugio
político” ha sido escrito por Juan José Millás y publicado el tres de enero en
el periódico “El país”.
2.a) El tema del texto es una crítica al
gobierno que presenta España, para ello,
pone como ejemplo la nueva ley del aborto, asegurando que España no ha
progresado, es decir, que presenta la misma ideología del pasado franquista.
2.b) El texto afirma que es imposible poder
confiar plenamente en la sociedad española, porque conforme pasa el tiempo se
vuelve cada día más corrupta influenciada por su política, y a su vez, esta
política está mediada por la Iglesia, el gobierno español es un gobierno
eclesiástico, en el que la religión en sí no está presente, sino que lo que
rige la justicia y la igualdad entre españoles son los bienes que poseen cada
uno de ellos.
1. Según
las ideas de las que se tratan, podemos dividir el artículo en tres partes: la
primera parte comprende desde el inicio del texto hasta parte de la línea
cinco, en ella se expresa de forma metafórica la crisis española como un dolor
de cabeza o como una herida, y al político como un médico falso, podemos
encontrar una idea que afirma el deseo
de la sociedad española de encontrar una solución y un por qué a la situación
de su país, y no por el contrario, vivir en una continua farsa; la segunda
parte comienza en la línea cinco con la oración “En todas las profesiones
cuecen habas” hasta la línea doce, donde se habla de la influencia de la
iglesia en prácticamente todos los ámbitos, en esta parte encontramos la idea
de España como una sociedad corrupta, la nueva ley del aborto y el rechazo del
autor a los discapacitados; por último, la tercera parte se encuentra entre el
final de la línea doce hasta la última línea del texto, en las que se habla de
un retroceso ideológico en el que la iglesia vuelve a manejar la política, en ella
observamos distintas ideas como la falta de un sociedad regida por la justicia
y España como amparo a gente corrupta.
3. Para tratar de estas ideas el autor hace el
uso continuo de la ironía, como por ejemplo: “No sabríamos decir si hay más
locura entre los psiquiatras que enfermedades coronarias entre los
cardiólogos”, nombra a una serie de personajes ilustres en el ámbito político y
eclesiástico como Gallardón, Rouco Varela, Pinochet y Fernández Díaz, se sirve
de diversos campos semánticos, como el campo semántico de las profesiones
(ministro, médico, psiquiatras, cardiólogos y peluqueros), el de la medicina
(doler, médico, doctores, herida, espina bífida, psiquiatras, locos,
cardiólogos, calvicie, cuerpo e infarto) y el de la Iglesia (cristiana, Dios,
indulgencia plenaria, misas, penitencia, donativo, obispado, paz, gloria,
comunión y devoto) y emplea ciertos argumentos de hecho como “El Dios de las
concertinas también, por cierto, del que es devoto el ministro Fernández Díaz”
Juan José Millás intenta mostrarnos la
necesidad de encontrar una solución a los problemas de España, que haga que sus
ciudadanos vuelvan a confiar en sí mismos y en los demás, que permita al
ciudadano elegir libremente su futuro, evitando condenarlo de por vida y
permitiéndolo tener los mismos derechos que cualquier otro ciudadano de mayor
riqueza.
No estoy del todo de acuerdo con la visión
que ofrece el autor acerca de la situación actual española.
Es cierto que necesitamos
descubrir la forma con la que poder resolver la gran crisis por la que se está
pasando, una crisis que no solo es económica, sino también social, y para ello
debemos tener un gobierno que defienda a la sociedad de la forma más objetiva
posible sin dejarse influenciar por las diversas religiones de la misma, y que
no trate de forma discriminatoria a aquellos que no tengan tanta riqueza como
otros.
Sin embargo, no tengo la
visión que el autor presenta cuando habla del retroceso español o de la ley del
aborto.
No se puede comparar a la
España franquista con la actual, es verdad que España últimamente no ha tenido
demasiados progresos, pero tampoco ha empeorado, simplemente se ha quedado fija
en una posición que se presenta cada vez más alejada en comparación con las
altas potencias mundiales que cada día parecen estar más lejos de nuestro
alcance.
Tampoco sirve de nada
criticar el gobierno por el que la mayoría de los españoles han votado, un
gobierno que desde tiempos remotos ha estado estrechamente relacionado con la
Iglesia, debido a su peculiar ideología, y lo que es peor aún, no sirve de nada
criticar a alguien por no saber solucionar un problema que ni tan siquiera
nosotros somos capaces de resolver.
En cuanto a la nueva ley
del aborto, creo que con ella, la sociedad española, especialmente los jóvenes
se harán más responsables de sus actos, y aprenderán de sus errores.
Si a los adolescentes se
les dejan abortar, éstos no aprenderán a ser responsables de sus actos, ni
tampoco de las consecuencias que estos ocasionan, y volverán a tropezar sobre
la misma piedra varias veces, por lo que si no se les permite abortar,
procuraran utilizar algún método que les permitan no provocar un embarazo, ya
que si lo hacen, sus vidas estarán destinadas a cambiar por completo.
Además, me parece algo
irónico que trate con tanto pudor al franquismo, cuando en algunos aspectos,
también presenta una visión franquista de la realidad, como en el desprecio que refleja hacia las personas
discapacitadas (“el embarazo de un feto sin cerebro, sin lengua, sin ojos y con
la espina bífida”), queriendo transmitir que una mujer debe abortar si espera a
una persona con algún problema físico o mental, y de esta forma, acaba con la
defensa propia que realiza acerca de una sociedad justa e igualitaria, ya que
le niega la oportunidad de vivir y de sentir a un grupo considerable de
personas por no tener una salud plena.
También me parece una
práctica destinada a castigar a la mujer, ya que solo perjudica físicamente a
ésta, y hace que reflexione sobre sus actos. Sin embargo, al hombre apenas le
afecta, el cual se comporta de forma
egoísta y no se hace responsable de sus actos.
Por otro lado, no sería justo condenar a la
vez a padres y a hijos, debido a que se les negaría de un primer momento la
posibilidad de acceder a la máxima felicidad posible, a los padres la
posibilidad de cumplir sus sueños y a los hijos la posibilidad de sentirse
amados y tener un ambiente familiar adecuado.
En conclusión, es un tema de gran
controversia en la actualidad, ya que lo que es adecuado para unos, no los es
para otros, y es prácticamente imposible saber con precisión si se les está
arrebatando la opción de vivir, de sentir a unos posibles ciudadanos, que a su
vez podrían mejorar la vida de muchos enfermos.
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