lunes, 16 de junio de 2014

Crónica de una muerte anunciada, examen de Selectividad

   El texto pertenece al segundo capítulo de la novela “Crónica de una muerte anunciada”, una de las obras más destacadas de Gabriel García Márquez, considerado el autor más influyente de la novela hispanoamericana en la segunda mitad del siglo XX y que falleció recientemente en la capital de México.



2. a) El texto es una descripción de la actitud de la sociedad ante la deshonra de Ángela Vicario. 

2.b) En este fragmento, Bayardo San Román, el reciente esposo de Ángela Vicario lleva de regreso a su esposa a la casa de sus padres tras descubrir su deshonra, y se la entrega a Pura Vicario, la madre de Ángela, quien se encarga de no hacer ruido para no formar un escándalo y golpea a su hija brutalmente.

1. Según su contenido podríamos dividir el texto en tres partes. La primera parte se situaría en el primer párrafo en el que se produce una breve descripción de la situación y en la que aparecen algunas ideas secundarias que afirman que es posible el presagio de las malas noticias y que la realidad parece en ocasiones una pesadilla. En la segunda parte, comprendida entre los dos diálogos, se hallaría la idea principal del texto, la importancia de la deshonra, además de otras ideas secundarias como el respeto y el amor de Bayardo San Román hacia Pura Vicario y la inferioridad de la mujer. Finalmente, la tercera parte, abarcaría el último párrafo, en el que se narra la reacción de Pura Vicario ante tal deshonra, en ella aparecen ideas secundarias que sostienen que la violencia es un medio de solución a los problemas y que la imagen que tiene el resto de la sociedad de una determinada persona o de una determinada familia es de suma importancia.

3. Gabriel García Márquez intenta mostrarnos como la mujer tan solo hace varias décadas era una simple marioneta con la que unos jugaban a su antojo, y como la religión manipulaba a la sociedad a que a su mismo tiempo manejaba al género femenino.
   Estoy de acuerdo con las ideas que nos aporta el escritor colombiano, aunque no creo que haya cambiado demasiado el modelo de sociedad porque a pesar de que en algunos países la mujer tenga o parezca tener los mismos derechos que los hombres, la religión sigue manipulando a la población, de una forma menor, pero aún significativa.
El tema de la honra, del honor o del prestigio son aspectos inculcados por la Iglesia desde una época remota, ya que la inexistencia de ellos puede ocasionar un destino caótico.
La sociedad no sabe vivir consigo misma feliz y en paz, se preocupa más en el que dirán que en el que dicen ellos mismos de su vida, y por eso, no aprenden a ser felices en la mayoría de las ocasiones. Debe mantener una buena imagen de sí misma, aunque luego ésta sea totalmente falsa, pero lo importante es que sea perfecta ante los ojos del resto, y por tanto, perfecta desde su punto de vista.
Convierte  su vida en una pesadilla, y vive con tantos problemas y motivos para preocuparse que no distingan un mal sueño de la propia realidad, porque en ninguno de los casos decide ella misma, sino que espera a que otros tomen las decisiones por ella o a que una inspiración divina se las comunique. 
Luego, soluciona todos los problemas siguiendo al pie de la letra la ley de Talión (“Ojo por ojo, diente por diente”) a base de violencia, pues es la mejor forma de ver al causante del problema destrozado y no reflexiona antes de causar un dolor físico a otro.
Es una sociedad que sigue y deja de seguir únicamente en lo que le conviene a la determinada religión a la que está vinculada, ya que sabe que tarde o temprano será perdonada y podrá volver a quebrantar las leyes divinas para establecer unas propias.
La mentalidad de los ciudadanos ha cambiado de forma radical en estos últimos años y es por este motivo, por el que no me siento identificada con la visión y con el comportamiento de los personajes de la novela, debido a que me parece una gran exageración la respuesta que tienen ante un hecho tan insignificante, el concepto tan cerrado que tiene de “honra” o de “honor” y el gran miedo o pánico que sienten a ser juzgados por otros ciudadanos. 
Es bueno tener en cuenta lo que piensan los demás de nosotros y de nuestra forma de actuar, pero esto no implica que tengamos que renunciar a  nuestros sueños o a hacer algo que nos gusta, por hacer que nuestra imagen mejore. Hay que saber qué tomar y qué no tomar de las valoraciones que nos hacen, siempre desde un punto de vista constructivo, no somos perfectos, mas podemos cambiar sin destruir nuestra propia vida.
No obstante, no sería adecuado criticar a otras personas por su forma de actuar o de ver el mundo, lo más seguro es que si hubiésemos nacido en esas circunstancias y rodeados de personas con esa misma mentalidad pensaríamos igual que Bayardo San Román o que Pura Vicario. 
   Por otro lado, no creo que se trate de un tema de mentalidad, sino de humanidad, por muy distinto que veamos el mundo hay que tener establecidos ciertos límites para no dañar a nadie, es doloroso ver cómo somos engañados, pero no por esta razón, debemos comportarnos también de manera inadecuada, no, siempre hay que ser prudente y respetuoso, aunque nos estuviésemos dirigiendo a la persona a la que soportamos menos de este mundo.

   En conclusión, el tema de la honra y del honor de la familia ha sido fuente de inspiración de otras grandes obras literarias como por ejemplo: “La casa de Bernarda Alba” de Federico García Lorca, y que hoy en día, a pesar del hecho de vivir en un país desarrollado podemos ver cómo sigue dirigiendo una serie de papeles, no solo en nuestros mayores, algo razonable, pues vivieron en circunstancias completamente regidas por la religión y distintas a las nuestras, también es un tema que sigue vigente en el estereotipo de algunos españoles, debido a que se encuentra íntimamente ligado a su cultura, la cultura gitana. 

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