lunes, 16 de junio de 2014

Los girasoles ciegos, cuarta derrota

   El texto es un fragmento de la obra “Los girasoles ciegos”, una recopilación de cuentos de Alberto Méndez  cuyos protagonistas se ven derrotados por tener una ideología diferente a la dominante, concretamente, nos encontramos en la cuarta derrotada, denominada al igual que el libro como “Los girasoles ciegos”, donde se narra la dura vida de una familia que debe fingir la inexistencia de su esposo y padre, el cual se encuentra escondido en un armario.


   2.a) El texto es el recuerdo de la vida de un niño tras “La guerra civil”.
   2.b) Este fragmento de la cuarta derrota habla de cómo la sociedad era engañada y sometida a un miedo continuo, una sociedad que solo podía triunfar si mantenía la misma ideología de la dictadura, ya que de lo contrario, era tachada de leprosa.
   1.Según su contenido, podríamos dividir el texto en tres partes distintas: la primera de ellas se localizaría en el primer párrafo, donde Lorenzo, uno de los niños afectados por las consecuencias de la dictadura franquista asegura cómo sus compañeros ocultaban sus recuerdos, apareciendo de esta forma la idea secundaria que afirma la existencia del miedo a recordar; la segunda parte se encontraría en el segundo párrafo, en el que aparece la idea de la falsa realidad defendida por el franquismo; y finalmente, la última parte se hallaría desde el tercer párrafo hasta el final del quinto, donde se apoya las ideas secundarias que afirman que el triunfo estaba ligado a la ideología y se realiza una comparación de la guerra con el terror, además cabe destacar la presencia de la idea principal del fragmento, la consideración de leproso a aquel que tuviese distinta ideología.
   3. El autor intenta mostrarnos la supremacía que creían tener los de ideología fascista por haber triunfado y las grandes justificaciones que hacían de las seguidas transformaciones que ocurrían en España.
En este fragmento de la cuarta derrota, al igual que en el resto del capítulo, se intenta reflejar la vida de la población española a través de los niños, los principales afectados tras “La guerra civil”, que se vieron condenados a seguir las reglas que les imponía el sistema español.
   Estoy de acuerdo con la visión que nos ofrece el autor de este fragmento, aunque difiero en algunos casos, por ejemplo, en la idea del triunfo ligado a la ideología.
Es cierto, que todas las personas que triunfaban pertenecían al mismo partido político, pero eso no quiere decir que tuviesen la misma ideología. Muchos de los que triunfaron no tenían  realmente una ideología fascista, solo aparentaban tenerla para poder asegurar su bienestar y el de sus seres queridos, mas no por este motivo hay que juzgarlos, fueron simplemente personas astutas, que siguieron el juego de mentiras que estaba formando el Gobierno.
Sin embargo, esas personas que engañaron al Gobierno que al mismo tiempo los engañaba, fueron una minoría que en muchos casos no pudo continuar con su mentira durante un gran periodo de tiempo.
Por otro lado, no todos los que tenían la misma ideología triunfaban, el triunfo dependía de la clase social a la que pertenecían, porque por ejemplo, los campesinos fascistas no triunfaron, siguieron viviendo en la más profunda miseria. Aunque, si se considera como derrota a la muerte, quizás el autor de este texto considere al triunfo no como un triunfo económico, sino como simplemente la oportunidad de vivir y luchar por lograr sus sueños.
El nuevo sistema político intentó asegurar una estabilidad futura mediante la represión de los adultos y mediante la educación de los niños.
El  principal problema de la España del siglo XX no fue causado por el Gobierno, fue causado por la sociedad, que a pesar de ser consciente de que el sistema intentaba engañarles, no protestaron por miedo, y tampoco fueron engañados por la política fascista, se engañaron ellos mismos al cambiar sus recuerdos completamente o al olvidarlos.
No obstante, no es justo criticar a esta sociedad sin comprender por lo que estaban pasando y por lo que habían pasado durante la guerra, ya que es algo prácticamente imposible de imaginar. Una sociedad que había presenciado cómo una gran cantidad de gente conocida había muerto o “desaparecido”, una sociedad que aguantaba la rabia contenida y a la minoría que le impedía gritar, un grupo de personas que no solo consideraba “leproso” a los de distinta ideología, sino que tachaba de leprosa a toda la sociedad.

   En conclusión, se trata de un tema que nos induce a reflexionar sobre nuestro pasado, sobre nuestro presente y  sobre nuestro futuro. ¿Realmente tenemos libertad para pensar? ¿O de lo contrario también nos vemos sometidos al Gobierno? El sistema político actual nos lleva a pensar que realmente no hemos cambiado demasiado, que aún siguen tratándonos de forma represiva, pero eso sí, de una forma más educada. 

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