El texto es un fragmento de la obra “Los
girasoles ciegos”, una recopilación de cuentos de Alberto Méndez cuyos protagonistas se ven derrotados por
tener una ideología diferente a la dominante, concretamente, nos encontramos en
la cuarta derrotada, denominada al igual que el libro como “Los girasoles
ciegos”, donde se narra la dura vida de una familia que debe fingir la
inexistencia de su esposo y padre, el cual se encuentra escondido en un
armario.
2.a) El texto es el recuerdo de la vida de
un niño tras “La guerra civil”.
2.b) Este fragmento de la cuarta derrota
habla de cómo la sociedad era engañada y sometida a un miedo continuo, una
sociedad que solo podía triunfar si mantenía la misma ideología de la
dictadura, ya que de lo contrario, era tachada de leprosa.
1.Según su contenido, podríamos dividir el
texto en tres partes distintas: la primera de ellas se localizaría en el primer
párrafo, donde Lorenzo, uno de los niños afectados por las consecuencias de la
dictadura franquista asegura cómo sus compañeros ocultaban sus recuerdos,
apareciendo de esta forma la idea secundaria que afirma la existencia del miedo
a recordar; la segunda parte se encontraría en el segundo párrafo, en el que
aparece la idea de la falsa realidad defendida por el franquismo; y finalmente,
la última parte se hallaría desde el tercer párrafo hasta el final del quinto,
donde se apoya las ideas secundarias que afirman que el triunfo estaba ligado a
la ideología y se realiza una comparación de la guerra con el terror, además cabe
destacar la presencia de la idea principal del fragmento, la consideración de
leproso a aquel que tuviese distinta ideología.
3. El autor intenta mostrarnos la supremacía
que creían tener los de ideología fascista por haber triunfado y las grandes justificaciones
que hacían de las seguidas transformaciones que ocurrían en España.
En este
fragmento de la cuarta derrota, al igual que en el resto del capítulo, se
intenta reflejar la vida de la población española a través de los niños, los
principales afectados tras “La guerra civil”, que se vieron condenados a seguir
las reglas que les imponía el sistema español.
Estoy de acuerdo con la visión que nos
ofrece el autor de este fragmento, aunque difiero en algunos casos, por
ejemplo, en la idea del triunfo ligado a la ideología.
Es
cierto, que todas las personas que triunfaban pertenecían al mismo partido
político, pero eso no quiere decir que tuviesen la misma ideología. Muchos de
los que triunfaron no tenían realmente
una ideología fascista, solo aparentaban tenerla para poder asegurar su
bienestar y el de sus seres queridos, mas no por este motivo hay que juzgarlos,
fueron simplemente personas astutas, que siguieron el juego de mentiras que
estaba formando el Gobierno.
Sin
embargo, esas personas que engañaron al Gobierno que al mismo tiempo los
engañaba, fueron una minoría que en muchos casos no pudo continuar con su
mentira durante un gran periodo de tiempo.
Por otro
lado, no todos los que tenían la misma ideología triunfaban, el triunfo
dependía de la clase social a la que pertenecían, porque por ejemplo, los
campesinos fascistas no triunfaron, siguieron viviendo en la más profunda
miseria. Aunque, si se considera como derrota a la muerte, quizás el autor de
este texto considere al triunfo no como un triunfo económico, sino como
simplemente la oportunidad de vivir y luchar por lograr sus sueños.
El nuevo
sistema político intentó asegurar una estabilidad futura mediante la represión
de los adultos y mediante la educación de los niños.
El principal problema de la España del siglo XX
no fue causado por el Gobierno, fue causado por la sociedad, que a pesar de ser
consciente de que el sistema intentaba engañarles, no protestaron por miedo, y
tampoco fueron engañados por la política fascista, se engañaron ellos mismos al
cambiar sus recuerdos completamente o al olvidarlos.
No
obstante, no es justo criticar a esta sociedad sin comprender por lo que
estaban pasando y por lo que habían pasado durante la guerra, ya que es algo
prácticamente imposible de imaginar. Una sociedad que había presenciado cómo
una gran cantidad de gente conocida había muerto o “desaparecido”, una sociedad
que aguantaba la rabia contenida y a la minoría que le impedía gritar, un grupo
de personas que no solo consideraba “leproso” a los de distinta ideología, sino
que tachaba de leprosa a toda la sociedad.
En conclusión, se trata de un tema que nos
induce a reflexionar sobre nuestro pasado, sobre nuestro presente y sobre nuestro futuro. ¿Realmente tenemos
libertad para pensar? ¿O de lo contrario también nos vemos sometidos al
Gobierno? El sistema político actual nos lleva a pensar que realmente no hemos
cambiado demasiado, que aún siguen tratándonos de forma represiva, pero eso sí,
de una forma más educada.
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