El texto que se va a comentar es
un fragmento del poema “A orillas del Duero” de la obra “Campos de Castilla”,
perteneciente al escritor español Antonio Machado.
2.a) El tema del que trata es la decadencia que posee Castilla, a pesar
de haber tenido un pasado histórico ejemplar.
2.b) En este fragmento se refleja
el paso del tiempo a través del paisaje de Castilla, para ello Antonio Machado
narra la gran vida llena de héroes que tuvo en su momento de mayor esplendor, y
cómo el paso de los años la ha envejecido y empobrecido.
1. Según su contenido, podríamos diferenciar dos partes. La primera de
ellas se situaría en la primera y la última estrofa, en las que se afirma desde
un comienzo que Castilla está muriendo poco a poco, y que la gente que
desprecia esta tierra lo hace a causa de su ignorancia; la otra parte se
encuentra la segunda estrofa, donde se habla de la vida tan exitosa que tuvo,
una vida llena de héroes y triunfos, pero también de guerras. En ella podemos
apreciar la idea principal del texto, el paso del tiempo, reflejado a través
del paisaje y algunas ideas secundarias, la religión como principal
consecuencia de la destrucción humana, la explotación de territorios
extranjeros y la insignificancia que suponía la existencia de guerra para las
personas adineradas.
3. En “Campos de Castilla” Antonio Machado deja de lado los rasgos
modernistas, pasando a un estilo similar al de la “Generación del 98”. Podemos
destacar multitud de similitudes como la presencia de un tema existencial
expresado a través de Castilla; el
subjetivismo reflejado mediante su paisaje desolado; y la mayor importancia de
la idea frente a la expresión, para la mejor descripción del paisaje se emplean
numerosos adjetivos con valor negativo (“decrépitas”, “mortecino”,
“miserable”).
A continuación se enunciarán las figuras literarias que caben destacar
en este fragmento.
Apreciamos una exclamación en el
tercer verso (“¡Oh, tierra triste y noble, la de los altos llanos y yermos y
roquedas…!”), con la que el autor expresa la tristeza que siente hacia el final
de una tierra tan querida y apreciada por la “Generación del 98”, y al mismo
tiempo tan despreciada por el resto de la población, a pesar de haber sido testigo
de la historia española.
Encontramos una anáfora en los
primeros versos de la segunda estrofa y de la tercera estrofa (“Castilla
miserable, ayer dominadora, envuelta en sus harapos desprecia cuanto ignora”),
en la que se realiza de nuevo una comparación entre la Castilla del ayer y la
Castilla del presente, considerándose la fugacidad de la vida, y la muerte que
llega poco a poco.
Además, esta muerte que le
acecha, la localizamos en algunas de las metáforas que utiliza Antonio Machado,
símbolos propios de su lírica, por ejemplo: “Como tus largos ríos, Castilla,
hacia la mar”, “El sol va declinando” o “un armonioso tañido de campana”.
El poema es una continua
enumeración con la cual consigue el ritmo que necesita, por tanto, aparecen
figuras como el polisíndeton (“la de los altos llanos y yermos y roquedas”) o
el asíndeton (“pedía la conquista de los inmersos ríos indianos a la corte, la
madre de soldados, guerreros y adalides que han de tornar, cargados de plata y
oro, a España, en regiones galeones, para la presa cuervos, para la lid de
leones”) causadas por las ausencia o el exceso de la conjunción “y”.
El autor intenta mostrarnos su oposición hacia la ignorancia y el
analfabetismo de los ciudadanos, los cuales eran incapaces de admirar la
belleza de un paisaje, analizando no solo lo que se puede ver a simple vista,
sino también su historia. Presenta una actitud intermedia, ya que por un lado
admira a los héroes que la habitaron, pero por otro critica la guerra (“¿La
sangre derramada recuerda, cuando tuvo la fiebre de la espada?”)que
afectaba al igual que siempre a la
población más desfavorecida y a la posición de dominio que poseía España frente
a las nuevas conquistas.
El paisaje de Castilla hace referencia a lo largo de todo el poema al
alma de Antonio Machado, siendo el poema en sí una continua metáfora.
No estoy totalmente de acuerdo
con el poeta, porque no creo que se deba sentir admiración por personajes
heroicos como el “Mío Cid”. Este personaje fue famoso gracias a sus conquistas,
pero debemos saber en qué consistían, mataba a personas inocentes por el mero
hecho de tener una religión o pensamiento distinto al común a nivel nacional, y
todo ello con el fin de tener el apoyo del rey.
Por ello podemos afirmar que la
religión ha sido y sigue siendo junto a la política los causantes mayoritarios
de las destrucción humana, la que solo afecta a aquellos que no pueden
permitirse tener una serie de comodidades.
Además, aunque a nadie le agrade
la idea de ser controlado o dominado por un tercero, la historia se repite
siempre que la sociedad posee poder. Cada vez que se ha descubierto nuevos
territorios, no se ha intentado ayudar en su mejora, sino que se ha intentado
sacar el máximo beneficio posible de ellos, y extender la cultura nacional,
acabando con las pequeñas, pero no menos importantes, culturas de esos
territorios.
Si lo miramos de otra forma, no es justo culpar utilizando el término
“religión” o “política”, al fin y al cabo, la religión y la política no están
manejadas por fuerzas divinas, lo están por la propia sociedad.
En cambio por otro lado, la
sociedad no ha cambiado demasiado ideológicamente en esos términos, las
personas que se encargan de administrarlos son personas de alto poder
adquisitivo que se dejan llevar por la codicia, el egoísmo y el exceso de
poder.
En conclusión, la sociedad actual no es muy diferente en estos aspectos
con respecto a la sociedad de Antonio Machado, los ciudadanos siguen
deshabitando el interior de España, mudándose a las grandes ciudades o a la
costa, sin importarles toda la riqueza histórica que puedan poseer, y haciendo
que estos territorios mueran poco a poco al no modificar sus instalaciones o al
no tener población joven.
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